Claudia Julieta Parra
Décadas de un modelo que monopoliza las utilidades
en un reducido grupo plutocrático, mientras extiende la
tributación a las capas sociales media y baja, incrementan
la desigualdad y a su vez desaceleran la economía por
perdida de poder adquisitivo per cápita.
E l modelo económico global está fundado en la acumulación
de capital en un grupo plutocrático reducido, lo que exacerba
la pobreza y la brecha de desigualdad; en abierto contraste
con el deber ser de la economía, que es estar al servicio de
satisfacer las necesidades básicas de la población y tener un
enfoque redistributivo. El Producto Interno Bruto (PIB) debería ser
inversamente proporcional al Déficit Social, a mayor PIB debería ser
menor el desempleo y la pobreza (multidimensional, monetaria y
extrema); sin embargo, en Colombia esta relación es directamente
proporcional, a mayor PIB mayor Déficit Social, esto se debe a que
las políticas económicas han estado diseñadas para la concentración
de los ingresos en una élite privilegiada.
La reactivación económica que requiere el país exige incrementar los
ingresos de la mayoría de la población, pero esto no es posible sin
disminuir el margen de utilidades de las grandes empresas, al igual
que resulta necesario incrementar la tributación de las personas
naturales y jurídicas que posean grandes capitales. La política
económica del país debe estar fundada en favorecer a todos los
colombianos, en especial subsidiar las capas bajas de la sociedad, y
el desarrollo sostenible debe tener como eje central el aumento del
poder adquisitivo per cápita, y no los beneficios fiscales y tributarios
a los grandes empresarios.
La dinamización de la economía requiere un modelo económico
que tenga como base el aumento del poder adquisitivo per cápita,
el desarrollo integral y el fortalecimiento del sistema productivo
nacional y romper la lógica antifinanciera de una Deuda Externa
tóxica e impagable que asfixia el PIB y devalúa el Peso; además
necesitamos recortar los gastos suntuarios y a su vez basar el
crecimiento económico en el desarrollo y la productividad y no en el
incremento de las ventas.