compártelo

Claudia Julieta Parra

El bloque de los BRICS es una alianza económica, política y
social, que busca ampliar la cooperación multilateral, para ser
una alternativa al orden económico mundial injusto liderado
por Estados Unidos (EEUU) y sus aliados occidentales.

Se acaba de conocer que el pasado 7 febrero, el
Presidente Gustavo Petro tenía prevista una reunión
en el despacho de Xi Jinping, en la cual se plantearía
el ingreso oficial de Colombia a la nueva Ruta de la
Seda y la candidatura oficial de nuestro país para ingresar a
los BRICS; esta reunión no se realizó porque Petro no pudo
viajar, dada la ‘tormenta política’ que creó con el Consejo de
Ministros televisado del 4 de febrero, pero la postulación de
Colombia a los BRICS se mantiene.

En la otra orilla del campo económico global encontramos
a EEUU, que de acuerdo a las declaraciones y acciones
adoptadas por Trump desde su posesión, tiene en su
objetivo refundar su imperio y para ello plantea disputarle
el espectro económico y comercial a China y a las demás
potencias emergentes, razón por la cual está dispuesto a
intensificar una batalla arancelaria, en la cual amenaza con
ser implacable con aquellos que no sigan su línea económica
o que puedan ser posibles aliados de los BRICS.

La reciente crisis diplomática con nuestro vecino del norte,
dejó en claro lo contraproducente que es la dependencia
económica que tiene Colombia con EEUU, ya que más del
38 por ciento de su mercado está en manos de la potencia
norteamericana, lo que no resulta conveniente ya que genera
dependencia y subordinación a los intereses extranjeros.
En este contexto abrirse a nuevos socios comerciales y a
mercados que no están bajo el dominio de EEUU, se convierte
en una buena opción y en una ‘válvula de escape’ para la
autonomía económica, y para mejorar el estado fiscal y
financiero de nuestro país.

Estamos ante una disputa del mercado suramericano y
latinoamericano más frontal y descarnada que la que se
venía librando; ante esta situación las leyes del mercado
dictan que se debe aceptar la propuesta del mejor oferente y
las mejores garantías para el mercado propio; pero, ¿nuestra
política económica está lista para tomar distancia de EEUU y
encontrar nuevos socios comerciales?