compártelo

Sergio Torres

Aunque faltan dos años para elegir al Presidente que
reemplace a Gustavo Petro, tres mujeres ya se ubican en
el partidor electoral en representación de los clanes y
mafias de la extrema derecha.

En una especie de triangulo nefasto para cualquier intento
de democracia, las tres posibles candidatas que empiezan a
asomar sus intenciones traen cada una su respectivo poder
mafioso, clientelar o su propio clan. En el escenario electoral
se lanzan Vicky Dávila, Claudia López y María Fernanda Cabal, son
las aspirantes que desde la derecha persiguen retomar el gobierno
en 2016; mujeres candidatas a la Presidencia, que representen todo
lo contrario a las luchas feministas y de búsqueda por la equidad de
género; son por el contrario, representantes del patriarcado, de las
dinámicas viejo régimen.

El Clan Gnecco y Gilinski y su Vicky, ¿qué hará Uribe?

Victoria Eugenia Dávila, “Vicky”, después de un par de décadas como
parlante de los clanes de la derecha, parece haber logrado, por fin,
su anhelado papel protagónico, usando su trinchera de propaganda
como directora de la revista Semana, para iniciar la campaña.

Dávila tendría dos respaldos; uno, el grupo judío Gilinski, quien
permite que desde su revista lancen contenidos difamadores,
tendenciosos y malintencionados que promueven el guerrerismo y la
oposición a cualquier propuesta de cambio social; este grupo cuenta
con tres grandes herramientas para el ejercicio de la politiquería
tradicional: medios de comunicación, conglomerados empresariales
y bancarios.

El otro gran respaldo con el que cuenta es el clan Gnecco, el
mafioso grupo familiar que tiene secuestrado el poder político en
el departamento del Cesar. Esto implica los nexos de este clan con
el paramilitarismo en la costa Caribe; este clan sigue dirigido por
Cielo Gnecco y su hermano recientemente fallecido, Lucas Gnecco,
el suegro de Vicky, quien estuvo condenado a 24 años de prisión por
corrupción cuando fue, en dos ocasiones, Gobernador del Cesar.

Esta candidatura podría significar también el ocaso de la jefatura de
Uribe en la derecha mafiosa, que serían asumidas por los Gilinski
y los Gnecco, nueva alianza enraizada en regiones como la costa
Caribe y el Valle del Cauca; a la que se podría sumar una fracción de
los restos de seguidores de Uribe.

Una Cabal candidatura de Fedegan
María Fernanda Cabal representa los sectores de recalcitrante odio
al pueblo, una oligarquía terrateniente y paramilitar que siente
asco por la gente, a la que solo ve como esclavos. Detrás de esta
eventual candidatura estarían los principales acumuladores de
tierras y promotores del paramilitarismo, la Federación Nacional
de Ganaderos (Fedegan); de hecho, en este gremio tendría que
decantarse si la candidatura la encabeza Cabal, o si es directamente
el propio José Félix Lafaurie quien se lanza al ruedo, después de estar
tantos años en las oscuras y criminales bambalinas políticas.
En este tempranero partidor electoral hacia las presidenciales del
2026, empiezan a aparecer otras representantes del viejo régimen,
que quiere recuperar a toda costa el Gobierno. Algunas solapadas y
camufladas como Claudia López…