Comando Central (COCE)
De generación en generación, la historia de las luchas feministas
ha dejado marcado un camino de dignidad; esta historia se ha
convertido en un legado que evidencia el papel protagónico de
la mujer en la sociedad.
Las mujeres siguen siendo violentadas de múltiples
formas, por la discriminación y estigmatización que
existe en la sociedad contra ellas, por esto continúan
las luchas en rechazo a toda forma de violencia contra
las mujeres, siendo el 25 de noviembre el día para conmemorar
y visibilizar estas luchas cotidianas.
En la construcción de las transformaciones que requiere el
mundo para superar el capitalismo, las mujeres tienen un aporte
sustantivo como sujeto político de cambio, junto a asumir una
lucha por la defensa de sus subjetividades, para superar todas las
violencias, la estigmatización y exclusión de las que son objeto.
Objetivo que solo se logrará cuando la mujer deje de ser entendida
como la acompañante, exclusivamente como la madre, la esposa
o la hija de alguien más, pasando a ser reconocida como sujeto
político e histórico, cuya autonomía es inalienable.
Los hechos acontecidos el 17 de noviembre, durante un acto de
memoria encabezado por las Madres de Soacha -mujeres cuyos
hijos fueron ejecutados por el Estado colombiano, con el fin de
mostrar resultados en la lucha contrainsurgente-, donde el
congresista Polo Polo negó la existencia de tales Falsos Positivos,
y atentó contra la dignidad de este colectivo de mujeres que
luchan por la memoria, contra los crímenes de Estado y contra la
exclusión sistémica.
Este hecho se suma a los ataques constantes contra los movimientos
políticos feministas, que buscan la reivindicación de la memoria
y la búsqueda de un país diferente, atacados por quienes niegan
su historia y el dolor sufrido durante años de guerra, estos
sectores intentan negar la posibilidad planteada por las mujeres
de construir un país diverso, sin exclusión, sin estigmatización,
de construir una Colombia en paz.
Este 25 de noviembre, es un día en que las mujeres deben
denunciar estos ataques y la violencia sistemática en su
contra, continuar perseverando en sus luchas de resistencia,
porque ellas han logrado demostrar con su fuerza y su amor
a la sociedad colombiana, que es posible transformar y seguir
exigiendo dignidad.