compártelo

Himelda Ascanio

Esta semana se conoció el nombramiento del general Pedro
Sánchez, como nuevo Ministro de Defensa.

Un nombramiento con espectáculo, un nuevo show que
el presidente quiso hacer nombrando al brigadier
que lideró la operación de los niños del Amazonas.
Dejando de lado el carácter civil y democrático que
debe tener la defensa y la seguridad.

Fiel a sus formas de hacer política, Petro monta un nuevo
show con engaño incluido, desconoce una tradición sostenida
desde los tiempos de la constitución de 1991, la misma
que tanto ha resaltado y defendido. Pero además, tras el
nombramiento siendo general activo, el obediente oficial
renuncia a la Fuerza Aeroespacial Colombiana para asumir
el cargo de Ministro de Defensa, como un civil.

Este nombramiento prende las alarmas en los territorios
donde la connivencia entre las Fuerzas Armadas (FFAA) y el
narco paramilitarismo ha causado graves crisis humanitarias
y ha exacerbado el conflicto social y armado. Más aún, con
las respuestas militaristas que desde el gobierno se vienen
presentando.

Conjugando una barbarie

La degradación del gobierno Petro y su viraje hacia la derecha
genera una gran preocupación en las comunidades, pueblos
y organizaciones sociales. Pues más allá de la ya evidente y
declarada traición a la apuesta por cambios estructurales,
el gobierno abiertamente ha desechado la salida política
al conflicto y la construcción de la paz. Ha asumido sin
ninguna vergüenza las banderas del régimen y las doctrinas
del Enemigo Interno y la contrainsurgencia.

Lo acontecido en el Catatumbo con la declaración de una
Conmoción Interior que no sirve para nada, más que para
adelantar agendas de financiamiento a grupos y bandas
recicladas de las Exfarc como nuevos paramilitares, al
igual que en el Chocó donde el Ejército y la Armada actúan
en sociedad con los narcoparamilitares del Clan del Golfo,
arrasando y sometiendo territorios.

A esto se suma el nombramiento del general Pedro Sánchez,
quien llega a implementar la Conmoción Interior y seguir
consumando la nueva cara del gobierno Petro. En las regiones
ya se han visto las consecuencias trágicas que han generado
doctrinas y políticas de este tipo, por eso cabe preguntarse:

¿Cuáles son las garantías para que los horrores que hemos
visto en otros estados de conmoción y gobiernos entregados
a la agenda de Washington, no sucedan esta vez?

El ministro con libreto
Tristemente, algunos sectores de izquierda y defensores de
Derechos Humanos fueron arrastrados por las corrientes del
presidente, hoy naufragan en el continuismo y aplauden la
militarización hasta de los ministerios.

Por su parte, el nuevo ministro desde antes de tomar posesión
ya está aprendiéndose el libreto del gobierno: “estos grupos
ellos no pelean por un ideal revolucionario, es por un negocio
de la droga… por debajo de la mesa le jugaron sucio no al
Presidente de la República sino a todos los colombianos, a la
gente del Catatumbo, a la del Cauca y a Colombia”.

Además, lanza una amenaza contra comunidades y territorios,
cuando dice: “hay unos bandidos al interior que los vamos a
encontrar y no vamos a permitir que traicionen a la patria y
menos que con los impuestos de los colombianos les estemos
pagando el sueldo” [*].

Deja ver con esto la orden de profundizar en la doctrina
contrainsurgente y la negación de la salida política al
conflicto. Desconoce y niega los incumplimientos del
gobierno a los procesos de paz, cada día más evidentes. Las
comunidades en todo el país saben, que quien ha traicionado
a Colombia es el gobierno que dijo ser una cosa, se ganó el
respaldo popular y terminó incumpliendo convertido en una
copia espuria del régimen mafioso narco paramilitar.

El pueblo continuará en la búsqueda de los cambios profundos
que hagan posible la paz en Colombia.

Asesinados de la Semana

Jacinto Chocue, asesinado el 18 de febrero de 2025 en Páez,
Cauca. Era un líder indígena, médico tradicional y sabedor
ancestral del territorio de San Vicente de Togoima del pueblo
Nasa en el municipio de Páez, Cauca.

Hernán Amaya Velásquez, asesinado el 21 de febrero de
2025 en Cumaribo, Vichada. Era firmante del acuerdo de paz
de 2016, se destacaba como líder campesino y defensor de la
Reforma Agraria en el departamento del Vichada.