
Himelda Ascanio
La historia de cómo llegó Gustavo Petro a convertirse en el
primer presidente de extracción popular, es ampliamente
conocida, por el apoyo y la canalización del descontento
social manifestado en las movilizaciones del 2021.
Hoy asistimos a la metamorfosis de su gobierno, el
giro y regresión hacia las políticas de derecha y
ultraderecha. Caída la máscara, lo importante ahora
es el reagrupamiento, la organización, el futuro de
los procesos sociales.
Al inicio de su periodo de gobierno, las expectativas fueron
grandes. El movimiento social no solo abrazó la propuesta
de un gobierno de corte progresista, sino que le encomendó
su programa de cambios y necesidades, por las que se había
batido en las calles contra la represión fascistoide del
gobierno de Duque (2018-2022). Hubo esperanza y alborozo;
un cambio en la forma de hacer política en Colombia parecía,
por fin, haber llegado.
Todo ello ya pasó. El aterrizaje forzoso terminó de llegar
sobre la mitad del periodo presidencial, y el progresivo giro
hacia la derecha se aceleró, o tal vez solamente fue menos
solapado. Alrededor de esa posibilidad ya solo quedan los
oportunistas y camaleones de siempre, y algunos pocos
divagantes de la política.
Fukuyama criollo
El propio presidente nos ha sacado a muchos de la duda, más
temprano que tarde. Ya sabemos que no era el cambio de
régimen, ni siquiera su remozamiento, sino la continuidad.
De esta manera, logró insertar una nueva ruptura en la
llamada izquierda y los movimientos sociales, algunos de
los cuales ahora se debaten entre la continuidad de este
progresismo o luchar.
Hace unos días, mientras cepillaba el traje de uno de los
poderosos mega ricos del país, Petro dijo que:
«No nos salimos del capitalismo porque no sabemos bien qué
viene después. Es posible que no haya un después». Es decir,
cuál Fukuyama criollo, plantea que no hay alternativa al
capitalismo.
Continuar la marcha
Las comunidades están siendo víctimas en las regiones donde
el paramilitarismo reciclado intenta arrasar. En el Chocó,
Sur de Bolívar y Nordeste antioqueño ignoran los llamados
y alertas de las organizaciones defensoras de derechos
humanos, ONG internacionales y entidades del gobierno.
En Arauca, Cauca y Catatumbo, siguen intentando entregar
territorios enteros a las bandas paramilitares articuladas
con las Fuerzas Armadas estatales.
La segunda mitad del gobierno parece que vendrá con todo
el manual de la contrainsurgencia y la Doctrina del Enemigo
Interno, que va desde señalamientos masivos a comunidades
enteras, hasta utilización de mercenarios para arrasar
territorios, pasando por las tradicionales actividades cívicomilitares, propias del plan antisubversivo de la Guerra
Fría. Triste sorpresa asistir al regreso a los tiempos de los
gobiernos represivos de Turbay Ayala (1978-1982) y de
Uribe Vélez (2022-2010).
Ahora que la máscara ha caído, lo importante es seguir en
la brega por los cambios. La voz de Camilo Torres surge con
nueva fuerza, es la unidad y la organización de los sectores
populares, la única capaz de lograr los cambios reales que
requiere Colombia.
Habrá que cernir la experiencia que deja este momento y
asumir la oportunidad que significa: reagruparnos como
verdaderas fuerzas, procesos, organizaciones, pueblos,
comunidades y sectores, que estamos por cambios profundos
y la posibilidad de construir la Paz. Es la oportunidad de
decantarnos y reencontrarnos en un proyecto de país.
Asesinados de la semana
Lorenzo Rentería Arboleda, era un reconocido líder social,
deportivo y juvenil, actualmente era presidente de la Junta
de Acción Comunal y presidente del Consejo Comunitario
Menor Mojaudó; fue asesinado el 3 de marzo, su cuerpo
apareció a un kilómetro de la cabecera municipal de Juradó.
Jaime Gallego “Mongo”, era un reconocido líder minero,
defensor de DDHH y político, fundador de la Mesa Minera
de Segovia y Remedios y actualmente era el presidente de
la Mesa Minero Agroambiental del Nordeste Antioqueño;
fue reportado desaparecido desde el 3 de marzo, junto a su
escolta de la UNP Didier Berrío, de quien actualmente se
desconoce el paradero. Jaime Gallego fue encontrado sin
vida el día 9 de marzo en la vereda El Jabón de Vegachí,
Antioquia.
Cristian Fernando Guanga, era un reconocido líder del
Resguardo Indígena Piguambi Palangala, fue gobernador
suplente del pueblo Awá; fue asesinado el 9 de marzo en
la entrada de Llorente al Resguardo Piguambi Palangala,
municipio de Tumaco.