
Himelda Ascanio
Desde su nombramiento ya se preveía el regreso a los tiempos
anteriores a la Constitución de 1991, cuando se nombraban
Generales como Ministros de Defensa, para aplicar el terror
de Estado a plenitud. 34 años después, el progresismo hizo lo
que ni siquiera la extrema derecha se atrevió.
Con ocasión del reemplazo en el Ministerio de Defensa,
sorprendió más el nuevo nombramiento que las causas.
El presidente, progresista, retrocedió 34 años y nombró
a un militar activo como ministro de la defensa. Para
mayor sorpresa, ni siquiera un militar de la cúpula, ni de
las primeras filas de la jerarquía castrense. Ya eso era más
que llamativo, sospechoso. Y más aún cuando, ante el ruido
de sables en las filas de las Fuerzas Armadas (FFAA) por el
increíble salto en el orden, el nombrado ministro prefirió
pedir su retiro, abandonar 35 años en la institución y acceder
apasionadamente al llamado del presidente. Algo había ahí.
Pues bien, con el pasar de los días se han ido despejando las
inquietudes. Los agregados militares de la Embajada de Estados
Unidos en Bogotá le dijeron a Petro, que su candidato para ser
Ministro de Defensa era el General Sánchez… ‘Dicho y hecho’,
el oficial de la Fuerza Aérea fue nombrado ministro, llegó
con el manual militar imperialista bajo el brazo, de aplicar a
‘raja tabla’ la doctrina contrainsurgente del Enemigo Interno,
robustecida con elementos mediáticos de manipulación y la
aplicación de guerra proxy.
Connivencia, colusión y reciclaje
Sánchez llegó al ministerio un mes después de decretada la
Conmoción Interior en El Catatumbo, sus primeras acciones
se ven reflejadas en lo que Human Right Watch llamó, “toma
de partido por la banda Exfarc frente 33”. Con total descaro,
ha sido evidente la forma en que desde el gobierno han
protegido a la banda narco-paramilitar, con la intención de
entregarle el territorio del Catatumbo como parte del plan
imperialista de los EE.UU.
Como en los tiempos de la presidencia de Uribe Vélez
(2002-2010), la protección, soporte e impulso dado
al paramilitarismo es tan evidente que ni los propios
organismos funcionales al imperio, han podido ocultarlo. Las
denuncias de las comunidades y organizaciones defensoras
de derechos humanos, han puesto en evidencia los crímenes
de estas bandas Exfarc en El Catatumbo, contra las que no hay
registros de confrontación de parte de las Fuerzas Armadas.
Lo que sí hay es desplazamiento y víctimas civiles, que son
responsabilidad de este accionar conjunto.
Regreso de los bombardeos
No es coincidencia que con la llegada del nuevo ministro,
volvieron los bombardeos y ametrallamientos. Además de
la permisiva utilización de drones para lanzar explosivos,
por parte de la banda Exfarc. Que ya ha causado la muerte
de civiles dentro de sus propias casas. Y ante lo cual Pedro
Sánchez ha guardado total silencio.
El Ejército estatal viene violando el Derecho Internacional
Humanitario al ejecutar bombardeos al área en un territorio
tan poblado como lo es El Catatumbo. Hace recordar las
acciones de los ministros de defensa de Uribe y de Santos,
cuando no se discriminaba si eran comunidades civiles o no,
si había niños o ancianos, las bombas se lanzaban igual. Pues
en el gobierno del cambio, también hacen lo mismo.
Desconocer el conflicto
Uribe decidió durante su gobierno, desconocer la existencia
del conflicto armado en Colombia, en su lugar empezó a
llamar a la insurgencia como “amenaza terrorista”. Estrategia
utilizada para acoplarse a las órdenes de los EEUU y su
“guerra contra el terrorismo”. De esta manera se pretendió
invisibilizar el carácter político de la insurgencia y con
ello negar la existencia de las normas internacionales que
regulan la guerra.
Este fue uno de los elementos que condujo a las mayores
violaciones de Derecho Humanos, pues en el marco de dicho
tratamiento, lo que realmente se implantó fue la tierra
arrasada con la expansión de grupos paramilitares.
Hoy el gobierno, a través de sus FFAA y su ministro de
defensa, hacen calco y copia de dicha perversión. El giro
a la derecha de Petro, lo ha llevado a negar el conflicto y
la insurgencia, enmarcándolo todo en una supuesta lucha
contra las economías ilícitas. Tratando de manipular la
opinión por medio de la maquinaria mediática de los medios
y las redes sociales, con información falsa y la instalación
de discursos, que tratan de quitar el carácter político de la
insurgencia, es decir, de nuevo la negación del conflicto y
los actores políticos.
Otra vez “Falsos Positivos”
Por último, las comunidades de territorios como Arauca,
Cauca y Catatumbo, han empezado a observar impávidos el
retorno de las ejecuciones extrajudiciales. Donde personas
víctimas del accionar paramilitar, son presentados como
capturas y bajas en medio de supuestas confrontaciones con
la insurgencia.
Se prenden de nuevo las alertas en las regiones con la
aplicación de estas nefastas y criminales prácticas. Mientras
eso sucede, el ministro del defensa hace presencia diaria
en los medios y continúa buscando si en alguna parte de la
Constitución aparece el ELN.
Asesinados de la Semana
Glover Arley Hernández Benavides, era un reconocido líder
sindical, directivo de la Asociación Nacional de Trabajadores
de la Seguridad ANALTRASEG – subdirectiva de Santander
de Quilichao y escolta de la Unidad Nacional de Protección;
fue asesinado el 9 de abril, por hombres armados quienes
ingresaron a su vivienda en el barrio La Victoria de Santander
de Quilichao.
Erik Anderson Menza Pavi, era un reconocido líder indígena
del Cauca, de 32 años de edad, quien actualmente se
desempeñaba como autoridad khabuwe sx en su territorio,
comprometido con el trabajo comunitario y del cuidado de
la vida y del territorio; fue asesinado el 12 de abril en la
vereda Porvenir en el sector conocido como El Asomadero.
Su cuerpo fue hallado con impactos de proyectil de arma de
fuego a un costado de la vía.