
Paula Solano
El presidente Petro ha venido insistiendo que los grupos
armados colombianos tienen como dueños a la Junta del
Narcotráfico (JN) (unas veces la ubica en Dubai y otras en Abu
Dabi), que parece ser la responsable del asesinato de Miguel
Uribe Turbay y que tiene planeado asesinarlo.
Ha insistido que también el ELN obedece a la JN. Sin
embargo, hace rato que la prensa ha venido filtrando
información sobre la existencia de esa JN, ubicando
varios de sus jefes y señalando sus vínculos con el
Establecimiento y personajes de la economía, la política, la
justicia, la farándula, los deportes, militares y policías.
Una historieta de vergüenzas
Hay que recordar que desde las décadas del 60 y 70 del siglo
XX, el Narcotráfico (NT) se instaura en Colombia como un
proceso de acumulación originaria de capital con una alta
rentabilidad, poniendo a su disposición todo el aparato estatal
y basados en el uso despiadado de la violencia. Primero
fue el apogeo de la marihuana y luego se diversifica hacia
la cocaína y la heroína. Así, aparece una clase emergente,
que va penetrando las diversas actividades económicas, el
Estado, el gobierno y pone las Fuerzas Armadas (FFAA) a su
servicio.
De acuerdo a archivos desclasificados de la DEA, el 2 de junio
de 1977, el presidente de los Estados Unidos Yimmi Carter, le
envía una nota confidencial al presidente de Colombia, Alfonso
López Michelsen (1974-1978), conminándolo a tomar medidas
contra el tráfico de cocaína hacía EEUU y le da una lista de
36 personas comprometidas, encabezada por Julio César
Turbay Ayala (abuelo del asesinado Miguel Uribe Turbay), el
candidato presidencial más fuerte que efectivamente llegó
al gobierno (1978-1982). En esa lista también estaban varios
funcionarios del gobierno y personajes como Álvaro Uribe
Vélez (AUV), algunos generales, otros empresarios y hasta
un hijo del presidente.
El Pentágono impone a Colombia la Doctrina de la Seguridad
Nacional, oficializando la guerra contrainsurgente y el
paramilitarismo como política de Estado, anegando en sangre
a todo el país, perpetrando el mayor genocidio de nuestra
historia, con millones de víctimas, torturados, desaparecidos
y desterrados. Para la creación de esos ejércitos para la
guerra irregular del Estado, el paramilitarismo requiere de
grandes capitales clandestinos y así el NT y los paramilitares
crecen como hermanos siameses, con el auspicio estatal y el
patrocinio gringo.
La única transnacional colombiana
Las ganancias mafiosas tienen un aumento exponencial y
requieren una estructura especializada para el lavado de
los narco-capitales, el abastecimiento de los precursores
químicos, el transporte y comercialización de las drogas y
la apertura de nuevos mercados internacionales. El NT se
va constituyendo como una gran empresa transnacional, con
una división técnica del trabajo de acuerdo a sus diversas
fases, de la producción de la materia prima o narco-cultivos,
la refinación, la comercialización, la financiarización y la
reinversión.
Los grandes carteles de Medellín, Cali y el Norte del
Valle se especializaron inicialmente en la refinación y el
transporte hacia EEUU, pero luego con el control territorial
del paramilitarismo, también asumieron el fomento de los
narco-cultivos por todo el país, en abierta competencia con
las Farc.
El Cartel del Dorado o de Bogotá se fue especializando en
el blanqueo de capitales y la reinversión en actividades
económicas legales, muy ligados al negocio de las
esmeraldas, a las Farc y prestándole servicios a los demás
carteles, vinculando a las principales familias de la rancia
oligarquía política (López, Turbay, Pastrana, Uribe, Santos,
etc), económica (todos los gremios y todos los principales
conglomerados económicos) y la cúpula militar y de la policía.
En la jefatura de este cartel del Dorado se destaca el loco
Barrera de las Farc, Carranza, Perafán y Carlos Ramón
González, exmilitante del M-19, fundador del partido Verde
y jefe de inteligencia del gobierno de Petro. Hoy, Puerto
Arturo, la principal mina de esmeraldas de Colombia, que
perteneció a Carranza, ahora la gerencia desde Canadá, un
hijo del premio Nóbel de paz, J.M. Santos.
AUC: el arma sucia del Plan Colombia
Cuando las llamadas Autodefensa Unidas de Colombia
(AUC) centralizan el mando de los diversos grupos de
paramilitares que fueron apareciendo por todo el país,
también centralizaron el negocio del NT, ven la necesidad
de crear una estructura para la legalización de los narco-
capitales y a un grupo inicial los llaman la Junta Directiva,
muy ligados al cartel del Dorado.
El tráfico de drogas colombianas hacia EEUU y Europa,
tienen la supervisión y autorización de las ‘tres grandes
hermanas’ que controlan todo el narcotráfico mundial: DEA,
CIA y FBI, quienes definen cuál cartel se fortalece o acaban y
cuál cargamento llega a su destino o incautan, así, la Guerra
contra las drogas de EEUU no es más que la manipulación de
la oferta y la demanda, para regular los precios del mercado
y maximizar las ganancias.
Así se creó la JN que operó de la década del 90 al 2010,
cuando AUV negocia con las AUC y sus jefes, quienes en 2008
son extraditados hacia EEUU. Los jefes de la JN compran
las franquicias de varios grupos de paramilitares que no se
desmovilizan y mantienen la producción de drogas, mientras
ellos negocian con los EEUU, entregan grandes sumas de
narco-capitales y pagan penas cortas de 5 años.
Capitalismo mafioso legalizado
Después del 2015, el principal jefe de la JN, Julio Lozano
Pirateque, alias Patricia o la Firma, regresa legalizado a
Colombia a rescatar su jefatura y pasarle la cuenta de cobro,
a muchos testaferros que quisieron quedarse con los narco-
capitales blanqueados, especialmente a los esmeralderos,
pero como la matazón que hizo fue muy grande, Lozano
se ve obligado a irse del país y se ubica en Dubai, donde
reconstruye una Nueva Junta del Narcotráfico (NJN),
integrada con el Clan del Golfo, las disidencias de Farc y
Segunda Marquetalia. En Dubai se asocian con otras mafias
internacionales de México, España, Irlanda, Italia, Albania,
Turquía, Rusia.
Petro ha venido negociando con la NJN, desde que era senador,
para su legalización y esa es la base de su política de Paz Total,
partiendo del supuesto que el ELN se desmovilizaría en corto
tiempo. Las negociaciones con el Clan del Golfo las inició
Carlos Ramón González (hoy prófugo de la ley y refugiado
en Nicaragua), en Catar y ahí se mantienen. Los procesos
judiciales contra Nicolás Petro, el hermano el presidente,
evidencia que esa campaña electoral recibió dineros del NT;
así mismo, alias Mordisco le respondió a Petro cuando lo
trató de ‘traqueto’, que “durante la campaña presidencial
esos dineros eran buenos, pero hoy ya no lo son”