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Comando Central (ELN)

Colombia está exigiendo en las calles cambios
democráticos, el principal de ellos es que a quienes
piensan distinto al viejo régimen, los dejen de perseguir
y exterminar con armas y ataques desde los grandes
medios de comunicación.

Los dueños de los grandes medios de comunicación agrupados en
la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), se quejaron porque
un grupo de indígenas le rompieron un vidrio a las oficinas de
la revista Semana, indignados por los ataques que reciben de
este semanario. Esto evidencia la crisis que sufre Colombia, que los
empresarios reclamen por la rotura de un vidrio y no por las noticias
falsas y los discursos de odio racista que cada minuto difunden los
medios de comunicación propiedad de los mayores monopolios
económicos del país.

La mayoría de la sociedad colombiana es víctima de la epidemia
de desinformación y polarización que ejecutan tales medios de
comunicación, propiedad de 8 grupos de empresarios de la prensa,
que monopolizan el 78 por ciento de la audiencia, hegemonía que
la SIP defiende y denomina como prensa libre, detrás de la cual se
esconde un negocio que es doblemente rentable, al producirles
ganancias en dinero y una enorme ventaja para la defensa del viejo
régimen, es por ello que atacan a las personas y sectores que buscan
que el país cambie a favor de la gran mayoría de Colombia, para que
llegue la paz duradera y la reconciliación nacional, que estará más
cerca de lograrse si estos empresarios se desmovilizan y dejan de
ejecutar su guerra mediática.

La Constitución Nacional dice que los colombianos tienen el derecho
inalienable a la información veraz, si se constata que los empresarios
de la gran prensa lo violan a diario, entonces ¿quién defiende este
derecho?, ¿la SIP lo haría?, ¿o la FLIP?, ¿alguna Fiscalía, Procuraduría
o Defensoría?… la respuesta es que hasta ahora no han defendido
a la sociedad de estos violadores; vacío que debe resolverse cuanto
antes.

Una forma de perseguir y exterminar opositores es la estigmatización
y la criminalización mediática, agresiones que son contrarias a lo que
deben hacer los medios de comunicación social, dentro de una visión
de buscar la solución política del conflicto, que les exige promover
el debate con altura, el diálogo, la conciliación y las soluciones
negociadas que concluyen en acuerdos, con lo que harían un gran
aporte al logro de la paz.

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