
Sergio Torres
Se reunió el Congreso de la Asociación Nacional de
Empresarios de Colombia (ANDI), este resultó ser un escenario
de propaganda política electoral de derecha, plataforma de
un poderoso gremio privado del país, uno de los principales
enemigos de la paz.
La ANDI es una clara representación de una clase
que ha ostentado el poder en Colombia. Su último
congreso representa un nuevo reacomodo de cara
a la pugna electoral del próximo año. Si bien este
gobierno se caracterizó por integrar y pactar con sectores
de la oligarquía, entre ellos representantes de estos gremios
patronales, que fungieron como una especie de enemigo
interno, ahora, empiezan a desmarcarse del presidente,
‘afilando las garras’ para la defensa de sus intereses.
El gobierno de Petro dio lugar para que estos gremios y sus
conglomerados fueran la principal oposición, desde dentro y
desde fuera, de las tibias reformas propuestas por el gobierno.
Ahora han demostrado que inician nuevos movimientos de
cara a ejercer el poder político y económico, profundizando
la desigualdad y la exclusión.
La estafa continúa
El remozamiento del régimen que fue encargado al
presidente actual partió con la idea de una coalición y un
supuesto pacto para la gobernabilidad, que siguiendo los
mandatos y la ayuda del gobierno de los Estados Unidos, fue
mutando mientras garantizaba los impedimentos a los tenues
cambios. Una parte de los representantes del viejo régimen
entró en tensiones en los primeros años del gobierno, otros
se mantuvieron hasta estos días, ambos como parte de ese
cuerpo del régimen y bajo la aquiescencia del gobierno.
Como resultado de esto, no solo no hubo cambios durante
el gobierno, sino que este traicionó a sus electores y el
mandato popular que le fue entregado. Prueba de ello fue
la reforma laboral, impedir su aprobación se convirtió
en un entramado de todas las mañas, manipulaciones y
podredumbre politiquera. Aún ahora, las cabezas de la ANDI
siguen impulsando y promocionando lo inconveniente de
una reforma en la que los trabajadores y trabajadoras sean
beneficiadas.
Es por ello que en este congreso recién realizado, las agendas
estaban todas direccionadas al impulso del régimen para
su campaña electoral. La no participación de Petro en este
Congreso envía la señal según la cual, el progresismo no es
necesario en adelante y la vieja oligarquía pretende retomar
todo el ejercicio pleno del poder, incluido el gobierno.
Basta con mirar las candidatos presidenciales que invitaron
a exponer sus supuestos proyectos y planes de gobierno,
una clara expresión de clase, incluidos los ‘camaleones’ que
ya tienen puesto. La intención política manifiesta de ese
encuentro utilizó hasta los muertos para lanzar su mensaje
Hay que recordar que, durante el desarrollo del proceso de
participación de la sociedad en la construcción de la paz,
este gremio de los empresarios fue invitado a participar
del Comité Nacional de la Participación, la ANDI tuvo su
representación allí; sin embargo, esta Asociación se negó a
aceptar los planteamientos hechos por los sectores populares
como discusiones necesarias en la búsqueda de la paz.
Es decir, este poder financiero y empresarial no está
dispuesto a que los históricamente excluidos tengan
condiciones de vida digna y bienestar, condición necesaria
para construir paz. El Acuerdo Nacional que plantea la ANDI
es un acuerdo de elites que pretende perpetuar la miseria y
el despojo de las comunidades y territorios. Y es por ello que
la organización popular debe fortalecerse y encarar a sus
enemigos declarados, la lucha por sus intereses, en últimas,
por la vida.