Chavela Villamil
Es una constante que la vía de Bogotá a Villavicencio la cierran
por problemas que deberían ser subsanados desde su origen,
por parte de la concesión vial que tiene adjudicada esta vía,
pero, estos problemas mantienen en vilo la funcionalidad de
esta importante carretera.
Uno de los sistemas más deteriorados en nuestro país
es el vial, muchas carreteras secundarias y terciarias
son caminos de herradura; las vías principales de
orden nacional hay tienen estado aceptable, pero
soportan peajes altamente costosos; además, otras vías de
este orden constantemente son afectadas por derrumbes, que
imponen cierres totales o parciales durante varios días, lo
que genera sobre costos en los alimentos.
El ejemplo más patético es la vía al llano desde Bogotá a
Villavicencio, una de las vías más importantes del país, que
conecta las principales despensas agrícolas con la capital de la
nación; sin embargo, la falta de mantenimiento e inexistencia
de obras viales que resuelvan los impactos naturales, hacen
que constantemente esté cerrada, ocasionando pérdidas
millonarias y la destrucción de toneladas de alimento.
Recientemente esta vía estuvo cerrada nuevamente por
derrumbes, que ocasionaron el cierre total de la vía por más
de 5 cinco días, en lo corrido del año esta vía se ha cerrado más
de 10 veces, es algo que ocurre año tras año convirtiéndose ya
en una constante, que aun no es solucionada ni por el Estado
ni mucho menos por el operador vial.
El mal estado de esta carretera Bogotá – Villavicencio por
derrumbes, contrasta con el altísimo costo que significa
transitarla en comparación, con otras vías de mayor extensión
y mejor estado. Este traumático afluente vial tiene una
extensión de 115 Km y cuenta con tres peajes (Boquerón,
Naranjal y Pipiral), lo que acarrea un costo por trayecto de
61.500 pesos en la categoría I y 336.400 pesos en la categoría
VII, lo que equivale a decir que por concepto de peajes el
kilómetro tiene un costo de 535 pesos para la categoría I y
2.925 pesos para la categoría VII; contrastados con carreteras
que rara vez tienen bloqueos por derrumbes, como la carretera
Bogotá – Medellín donde el kilómetro tiene un costo de 299
pesos para la categoría I y 873 pesos para la categoría VII;
cabe agregar que la carretera Bogotá – Medellín tiene 7 peajes
y su extensión es 3,5 más larga que la vía al llano.
