EDITORIAL 913

¿QUIÉN SOSTIENE AL
GENERAL ÓSCAR LEONEL MURILLO?

Comando Central (ELN)
Gracias a una valiente mujer indígena el país conoció
las acciones de terror perpetradas por militares de la VII
División del Ejército, quienes disfrazados como bandidos
atacaron a indígenas en Tierralta, Córdoba, el 13 de
septiembre y al día siguiente ahuyentaron a tiros a la
Comisión que iba a investigarlos.

Tres semanas antes, otras unidades militares de esta misma
Séptima División, en colusión con narcoparamilitares del Clan
del Golfo, perpetraron una masacre en San Pablo de Cáceres,
Antioquia, sobre este hecho el 24 de agosto mandos militares
declararon que habían incautado armamento a quienes en realidad
habían sido ejecutados en estado de indefensión, además, 4 días
más tarde el Clan del Golfo también anunció públicamente haber
incautado esa misma lista de armamento.

El comandante de esta VII División, el General Oscar Leonel Murillo,
antes había sido jefe de la Fuerza de Tarea Titán en Chocó, de
donde salió tras conocerse múltiples denuncias por su accionar
al servició del Clan del Golfo; como la acción encubierta en que
disfrazó sus tropas de narcoparamilitares para incursionar en El
Guachal del municipio Litoral del San Juan en noviembre de 2021,
donde la comunidad presenció cómo las tropas fueron evacuadas
por helicópteros militares tras terminar su incursión.

Luego que los militares de la VII División fueran pillados en flagrancia,
se desató una reacción nacional en contra de estas acciones de
guerra sucia, en la que el presidente Petro habló de “no repetir el
error del paramilitarismo que despoja a los campesinos”; además,
la sociedad exige que no solo se aplique justicia a las tropas de bajo
rango, sino que también rindan cuentas los generales que imparten
las ordenes de hacer terror de Estado, como Óscar Leonel Murillo.

Depurar las Fuerzas Armadas es parte de la solución, pero mientras
siga vigente la Doctrina de Seguridad heredada de la Guerra
Fría (1946-1991), que manda atacar a los opositores al régimen
oligárquico, a quienes clasifica como Enemigo Interno, las acciones
de terror de Estado proseguirán con el Genocidio continuado
contra defensores de Derechos Humanos, ambientalistas y líderes
populares; porque a militares como Murillo los sostiene la maléfica
Doctrina de Seguridad, a la que se aferra el viejo régimen, porque
con ella resguarda su modelo económico depredador, subordinado
al sistema de Guerra Perpetua agenciado por la plutocracia que
manda en Estados Unidos.

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