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Comando Central (COCE)

Una parte del país afirma que hay que defender las
instituciones, mientras la gran mayoría decimos que hay
que reformarlas; esta controversia marca el momento
que vive Colombia, llamado ‘la hora de los cambios’.

Demuestra la ruina de la democracia representativa, los
obstáculos que inventan los partidos tradicionales, para
impedir las reformas que necesita el país, con lo que traicionan
a quienes los eligieron, para actuar a favor de los intereses
de la minoría de súper ricos, que les ordenan atascar las reformas
que afectan sus privilegios; por esto, surge con vigor la democracia
de la calle, como movilización y presión ciudadana que alza su voz,
por ejemplo, contra el trato de guerra que el viejo régimen propina
a la protesta social, que llevó en septiembre de 2020, a que la gente
en Bogotá derribara decenas de centros policiales.

De mayor valor histórico fue el Estallido Social de 2021, que se
alzó contra el empobrecimiento generalizado impuesto por el
viejo régimen, en el que los de abajo se ahogan en la penuria,
mientras los de arriba cada vez son más ricos; modelo miserable
que sostienen por medio de la persecución y eliminación de todo el
que se les oponga; esta es la causa del genocidio continuado que la
élite dominante ejecuta contra los líderes sociales y defensores de
Derechos Humanos.

El legado del Estallido Social del 2021 está en el Mandato de cambios
que dejó para construir el nuevo país reclamado por las mayorías
nacionales; llamó a dejar de hablar el lenguaje de “izquierda contra
derecha”, para enarbolar la bandera de Los Nadie, de los de abajo
que resisten a los de arriba; demostró que la unión del pueblo en
la lucha, hace retroceder la maquinaria represiva del régimen; y
además fue un canto a la solidaridad, a la empatía, como lo decían
sus consignas: ‘no me falta nada, pero lucho junto a los que les falta
todo’.

La resistencia contra el régimen tiránico dominante en Colombia, es
más que legítima y se nutre de las enseñanzas del Estallido Social,
que ante la ruina de las vías institucionales, convoca a la movilización
por los cambios, único medio para democratizar a Colombia, en la
ruta de lograr una mejor vida para la gente en una sociedad post
capitalista, en que la economía le sirva a la gente y no deprede la
Madre Tierra, y donde la nación colombiana haga valer su soberanía.