compártelo

‘SOBRE RUEDAS

Karina Pacheco
El ciclismo en diferentes décadas y generaciones ha traído
triunfos y reconocimientos a nuestro país. Sin demeritar estos
triunfos, en el día a día encontramos ciclistas anónimos que
enfrentan la carrera contra el hambre.
Karina Pacheco.

L a jungla de cemento es un ‘caos ordenado’, donde a
diario muchos salen a laborar en sus oficinas y trabajos
formales, mientras otros miles salen a rebuscarse el
sustento diario. Por esto, el transporte y la falta de
movilidad se han convertido en un dolor de cabeza, para
quienes tienen que llegar a tiempo a su destino, pero que no
logran conseguir trasporte, allí surge una oportunidad para
los guerreros de la jungla.

En el centro y muchas localidades de la gran ciudad, ya es
común ver bicicletas adaptadas con un carruaje atrás, a
semejanza de la época colonial, cuando carruajes guiados por
corceles movilizaban a los grandes señores; ahora, ciclistas
‘invisibles’ transportan a los transeúntes necesitados. Así
es la vida e historia de Juan, quien después de durar varios
años sin conseguir trabajo, decidió conseguir un préstamo
‘gota a gota’ la plata para comprar un bicitaxi, desde ese
día, Juan sale todos los días a rebuscarse el pan a punta de
pedalazos, no es fácil, es agotador y extenuante, la paga no es
muy alta, pero provee lo necesario para que él y su familia
-esposa y tres hijos-, logren sobrevivir.

Juan se levanta muy temprano, su esposa le prepara un
café, revisa su bicicleta y antes que el sol asome ya está
montado en ella, tiene que estar muy temprano para
aprovechar los transeúntes que salen a conectarse con el
Trasmilenio, como van de afán el bicitaxi es una buena
opción para llegar a tiempo a la estación. En el resto del día,
moviliza una que otra persona, pero así como hay días donde
casi no hay pasajeros, hay otros donde las piernas casi no le
aguantan por el constante trabajo. Los días de más afluencia
son los de lluvia, cuando nadie se quiere mojar, pero todos
quieren ir rápido a su destino. Así trascurren los días en
este guerrero de la jungla, que trabaja de sol a sol y que pese
a sus esfuerzos la plata no le alcanza, pero jamás se rinde,
porque los guerreros saben que nadie luchará por ellos, solo
ellos cuidan de sí mismos.