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UN GOBIERNO QUE LE SIRVA
A LA CLASE POPULAR

Comando Central (COCE)
El ascenso de Camilo Torres como dirigente popular alcanzó
una cima muy alta como referente revolucionario en 1965,
cuando en el Mensaje a los cristianos escribió que “la
Revolución es la forma de lograr un gobierno que dé de comer
al hambriento”.

El liderazgo alcanzado por Camilo es producto de su
testimonio como cristiano revolucionario, como
sociólogo comprometido con la clase popular y de
la lucha de él como un socialista que busca caminos
colombianos.

Iniciando 1965 el pueblo sufrió un desengaño, analizado por
Camilo: “el Paro Nacional del 25 de enero es la culminación
de una levadura social que fue vendida a las oligarquías”,
porque el ascenso de la lucha popular había sido entregado
a la clase dominante, por unos dirigentes sindicales, que
impidieron tal Paro Nacional. Para evitar que se cayera
en la desesperanza, Camilo se lanzó a una campaña política
nacional, para movilizar al pueblo y crear un Frente Unido
del Pueblo, con propósitos claros:

“La obra de Bolívar está sin terminar, porque nosotros salimos
de la dependencia de España para caer en la de Estados Unidos,
con el agravante de que en esta nueva dependencia saca
tajada la clase dirigente y por eso la propicia y la defiende
en contra de los intereses de las clases mayoritarias”.
“Estoy dispuesto a luchar por objetivos comunes: contra la
oligarquía y el dominio de los Estados Unidos, para la toma
del poder por parte de la clase popular”.

Camilo repitió hasta el cansancio que los revolucionarios
deben aprender del pueblo y oírlo: “Soluciones no nos faltan:
hablemos con el hombre de la calle, con el chofer de taxi,
inclusive con el limpiabotas, hablemos con el campesino y,
en términos tal vez no muy científicos, pero sí llenos de
sentido común, nos dirá en cinco o seis frases dónde están
las soluciones de nuestro país”. “El pueblo es quien nos
enseñará cómo debemos realizar la unión”.

A buscar la unidad de las fuerzas populares, Camilo dedicó
sus mejores esfuerzos en ese 1965: “Necesitamos la unión por
encima de los grupos”. “La unión debe hacerse por encima de
las ambiciones personales”. “La clase popular que no cuenta
sino con la superioridad numérica, es pulverizada por los

dirigentes de los diferentes grupos progresistas que, muchas
veces, ponen más énfasis en las peleas que tienen entre sí
que en su lucha contra la clase dirigente”. “La conciencia,
actividad y organización que nosotros debemos promover
en la clase popular nos exigen tener unidad de conciencia,
unidad de actividad y unidad de organización entre nosotros
mismos. Las rencillas de grupos y los personalismos
desconciertan a esa masa”.

Seis décadas después, el mensaje revolucionario de Camilo
mantiene plena vigencia en su llamado a comprometerse
con la clase popular, a unir esfuerzos para transformar a
Colombia y colocar el gobierno a servir a la mayoría de la
gente.

Como Ejército de Liberación Nacional (ELN) somos
conscientes de la crisis que sufre el gobierno
progresista,

pero ello no puede entenderse como el fracaso de
los esfuerzos para cumplir el Mandato de cambios que
instauró el Estallido Social de 2021. En esta coyuntura
también surgen críticas al ELN por los enfrentamientos
con las llamadas disidencias de las otrora Farc, ante las
cuales, hacemos las siguientes aclaraciones:

1- Respetamos la decisión de las
extintas Farc de desmovilizarse, así
no la compartamos.

2- Valoramos a los ex combatientes de las Farc que prosiguen
la lucha por la vía de organizaciones sociales y políticas del
pueblo, los firmantes de paz no son un objetivo militar del
ELN.

3- Rechazamos el reciclaje de la violencia por parte del
establecimiento y que con antiguos integrantes de Farc
conformen bandas, disidencias y mafias, para hacer
delincuencia común y tratar de hacerla pasar como delitos
políticos de revolucionarios.

4- Llamamos a los distintos sectores de la sociedad colombiana,
para que hagan conciencia de este desvirtuamiento de la
lucha política revolucionaria y para que no les brinden
apoyo a estas bandas que se camuflan bajo el nombre de las
antiguas Farc.

5- Buscaremos neutralizar a las disidencias y bandas,
que bajo el nombre de las extintas Farc realizan acciones
paramilitares contra las comunidades.

6- Denunciamos que las Fuerzas Armadas estatales en
el desarrollo de su plan contrainsurgente, usan bandas y
disidencias para perseguir y atacar a líderes sociales y a
unidades del ELN.