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Damaris Izaguirre

La propuesta política del Padre Camilo Torres (1929-1966)
se centra en el restablecimiento de los derechos de los
colombianos e insta a la oligarquía a que entregue el poder al
pueblo, por voluntad propia o por la fuerza. ¿su legado político
está vigente?

E l Gobierno del cambio se hizo elegir con unas banderas
de transformación social propias de la izquierda,
pero este Gobierno progresista está lejos de lo que
es la línea política de la izquierda; porque no está
dispuesto a instaurar reformas estructurales, ni preparado
para hacer una ruptura radical con el régimen. La reciente
incorporación de Armando Benedetti a los niveles más altos
del poder ejecutivo, causa malestar en gran parte en Colombia
y demuestra que Petro otra vez le apuesta a reconciliarse
con el régimen, procurando una supuesta Gobernabilidad que
jamás ha existido ni existirá, porque para el régimen y el Tío
Sam, priman los intereses de clase.

Las transformaciones estructurales que exigió el Estallido Social
de 2021 son mandatos populares que deben cumplirse con o sin
apoyo de los Gobiernos, la sentencia popular dice que ‘solo el
pueblo, salva el pueblo’. La mayoría de los cambios hechos por
este Gobierno son cosméticos y generan un ambiente artificial
de transformación, sin embargo, algunos de estos cambios dan un
respiro a la difícil situación socioeconómica que sufre el grueso
de la población, en especial, los excluidos y los marginados; lo que
convoca a la sociedad a la unidad de acción y a la lucha popular
organizada, con las que presionemos la construcción de cambios
y transformaciones, que hagan viable una sociedad con equidad
y justicia social, donde la agenda legislativa se dedique a resolver
la Deuda Social existente y no a la protección de los intereses del
gran capital.

Uno de los principales planteamientos de Camilo Torres, es
la unión de la clase popular para restablecer el orden social
y permitir que los que tienen hambre y sin oportunidades
laborales, los excluidos y quienes no tienen acceso a la tierra,
entre otros, logren cambiar sus condiciones y tengan una
vida digna; esto exige la toma del poder para la clase popular
colombiana, poco probable de lograr por la vía electoral,
pues hasta ahora todos los Gobiernos sin excepción, han
instrumentalizado las necesidades de Los Nadie, por lo tanto
las tesis del Padre Camilo siguen vigentes y son la brújula que
guía el triunfo popular y la instauración de una verdadera
democracia.