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Antonio García, Primer Comandante del ELN

La defensa de la vida y el planeta poco logra concretarse y
sigue el camino inexorable de la destrucción, aunque hay que
mantener el optimismo, más de una vez se ha impuesto la
estupidez sobre la inteligencia.

Aun en plena transición energética siguen creciendo
las exigencias de Litio, Cobalto, Níquel, Grafito
Natural, Grafito Sintético, Manganeso, ácido
fosfórico purificado, cobre, tierras raras entre los
minerales relacionados más relevantes.

Ahora bien, Benchmark Mineral Intelligence, afirma que,
a noviembre de 2024 que Estados Unidos para desarrollar
una nueva mina puede llevarle más de 29 años, por razones
normativas, de resistencias de las comunidades, entre otras
razones.

Curiosamente relaciona que Ghana, República Democrática
del Congo, Laos, países empobrecidos y violentados, son los
que presentan tiempos de desarrollo más cortos y favorables
con un periodo de construcción de aproximadamente 10 a 15
años.

Este informe resuena con una reciente declaración de la
hoy ex comandante del Comando Sur de los Estados Unidos,
Laura Richardson, quién planteó en el Foro Económico
América Latina y el Caribe 2025 organizado por el Banco de
Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) realizado a
finales de enero de ese año en Panamá, resaltando el papel de
la región como abastecedor potencial de alimentos, energía
y minerales.

Afirmó que “la región tiene el 31 por ciento de agua dulce
del mundo, cerca del 30 por ciento de tierras agrícolas de
alto y mediano potencial, produce más del 50 por ciento de
la soja global, el 60 por ciento del litio mundial, 30 por ciento
del cobre, el oro, el hierro, metales raros esenciales para la
tecnología, alberga el pulmón del mundo, el Amazonas”.

Agregó además que, “estamos ante una competencia feroz”
el mundo necesita lo que América Latina tiene, en seguida
enunció a Rusia, China, Irán, entre otros.

Muy bien lo resalta Stella Calloni, destacada periodista
argentina, al afirmar y advertir que en la última década
los EEUU avanzan, mediante diversos dispositivos de
dominación, para tener el pleno control de nuestros países
y sus recursos.

Advierte así, en una entrevista publicada en el portal
Pressenza este mismo año, que ante la pérdida de presencia
y fuerza en el resto del mundo, Estados Unidos afina sus
dinámicas de domesticación para no perder el control total
de la región.

Advierte Calloni que, a esto juega “este terrorismo mediático”
que controla el 98 por ciento de la desinformación que
circula en el mundo, juega a evitar a toda costa que el sujeto
tenga insumos mínimos para conectar los hechos, avizorar
y advertir los peligros, encender las alertas para la defensa
de los derechos colectivos, la dignidad y la autonomía.

En la actual “negociación de paz” en la guerra de Ucrania,
Donald Trump, sin ningún tapujo quiere cobrarse por la
derecha con los minerales codiciados de dicho país, a la vieja
usanza de lógicas coloniales.

Esta secuencia de hechos, no están desconectados entre sí y por
el contrario, encienden alarmas sobre lo que de facto ya está
pasando en Nuestra América, una militarización galopante
que va de la mano de un despojo total. Estas estrategias
contemplan al tiempo la instauración de zonas inviables,
caotizadas intencionalmente para la profundización de
la acumulación por desposesión de amplias y variadas
zonas de interés especial, ya sea por su carga mineral, de
energía, agua, por su posición estratégica para la conexión
de la infraestructura vial requerida en la conexión de estos
territorios con los puertos y acelerar la extracción a bajo o
cero costo, de las materias primas que posee la región.

Comprender la realidad ya es un reto enorme en medio de
un plan global de dominación y caos.