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Comando Central (COCE)

El orden mundial imperante busca la reproducción del capital
y aplasta la reproducción de la vida, su depredación agrede la
Madre Tierra, al tiempo que empobrece y excluye a la mayoría
de la humanidad, para concentrar las riquezas en un grupito
de súper ricos.

El Comité de Oxford para aliviar la hambruna (Oxfam
por su sigla en inglés), acaba de denunciar que en el
planeta Tierra, entre 7.000 y 21.000 personas mueren
cada día de hambre, a la vez que una quinta parte de los
alimentos producidos para el consumo humano se pierde o se
desperdicia en todo el mundo. Como si fuera poco, el racismo
del ente sionista israelí en su ataque contra los palestinos en
Gaza, usa la hambruna como arma, cuando corta el suministro
de alimentos, agua y medicinas a la población civil sitiada; esto
no es una guerra, sino tortura y genocidio.

El capitalismo neoliberal se impuso en el mundo, obligando a
los países a cumplir las leyes de hierro del capital financiero,
dejando a un lado las leyes de cada nación, así, arruinan lo que han
llamado como «sistema democrático» y empoderan a la oligarquía
de cada país, para que como hace Petro en Colombia, desperdicie
el dinero del Estado en el Gasto Corriente (burocracia, guerra,
pago de la Deuda Externa), mientras no cubre al Gasto Social
(salud, educación, servicios), por esto, Colombia sigue siendo el
segundo país más desigual del continente y por esto mismo, sigue
creciendo la pobreza y la miseria en el país, para que los banqueros
nacionales y extranjeros sigan obteniendo altas ganancias.

El capitalismo neoliberal se impuso en el mundo, obligando a
los países a cumplir las leyes de hierro del capital financiero,
dejando a un lado las leyes de cada nación, así, arruinan lo que han
llamado como «sistema democrático» y empoderan a la oligarquía
de cada país, para que como hace Petro en Colombia, desperdicie
el dinero del Estado en el Gasto Corriente (burocracia, guerra,
pago de la Deuda Externa), mientras no cubre al Gasto Social
(salud, educación, servicios), por esto, Colombia sigue siendo el
segundo país más desigual del continente y por esto mismo, sigue
creciendo la pobreza y la miseria en el país, para que los banqueros
nacionales y extranjeros sigan obteniendo altas ganancias.

En esta campaña para las elecciones presidenciales del 2026, los
sectores que en sus programas anuncian cambios para acabar la
pobreza y la desigualdad, para que el régimen oligárquico y el
imperio norteamericano acepten su ingreso a la institucionalidad
estatal, deberán aceptar los dictados del FMI, como lo hizo Petro,
quedando de nuevo sin pagar la Deuda Social; y si ganaran el
gobierno, vendrían otros 4 años, en los que los ricos terminarán
más ricos, mientras habrá más millones de pobres sufriendo una
hambruna mayor. De hecho, este sería otro gobierno en contra del
pueblo. El gran líder revolucionario, Camilo Torres, sobre estos
gobiernos, decía:

«Cuando hay una autoridad en contra del pueblo, esa autoridad
no es legítima y se llama tiranía. Los cristianos podemos y
debemos luchar contra la tiranía (…) Es necesario, entonces,
quitarles el poder a las minorías privilegiadas para dárselo
a las mayorías pobres. Esto, si se hace rápidamente es lo
esencial de una revolución, la revolución puede ser pacífica si
las minorías no hacen resistencia violenta; la revolución, por
lo tanto, es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al
hambriento, que vista al desnudo, que enseñe al que no sabe,
que cumpla con el amor al prójimo no solamente en forma
ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos sino
para la mayoría de nuestros prójimos. Por eso la revolución
no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos
que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar
el amor para todos».