Himelda Ascanio

Organizaciones sociales y populares conmemoran el 24
de febrero como el Día contra la Brutalidad Policial. Un
comportamiento que sigue dejando crímenes y crueles
prácticas represoras no solo asociadas a la protesta social,
sino como una conducta diaria en la Policía.

Todas las recomendaciones hechas después del Estallido
Social de 2021, por organizaciones Defensoras de Derechos
Humanos, como la propia Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), exigieron la profunda transformación de
la Policía colombiana, condenaron su criminal comportamiento y
métodos para aplicar diversos tipos de violencia hacia las personas.
Y ni que decir de su Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD), que
se convirtió en un escuadrón de la muerte. Hoy cosméticamente
llamado Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO),
cambiaron su nombre pero no su esencia y naturaleza.

El ESMAD de la Policía fue creado mediante la Directiva Transitoria
0205 del 24 de febrero de 1999, de ahí que se tome este día para
recordar la necesidad de acabar con la brutalidad policial en el
Colombia y en el mundo.

Atributos para ser un Policía

El comportamiento brutal no solo hace parte del repertorio de métodos
policiales, sino que está instalado como una práctica constante y
cotidiana de toda la institución; es decir, la represión desmedida, las
violaciones, torturas, golpizas y sevicia, no se expresan únicamente
en el entorno de la movilización ciudadana o la protesta social, sino
que son una constante cotidiana contra la población que dicen
“proteger”.

Un análisis reciente, hecho desde el Observatorio de Violencia Policial
de la ONG Temblores, investigó sobre casos de violencia policial entre
2020 y 2022, encontrando cifras y relaciones que dan cuenta de un
terrible papel criminal contra el pueblo colombiano, especialmente
contra las mujeres, LGTBIQ+, afrodescendientes e indígenas, jóvenes
y civiles desarmados.

Según datos revelados con fuente en Medicina Legal, hay miembros de
la Policía constantemente vinculados en casos de violencia homicida,
física y sexual. Con cifras como que entre 2020 y 2022, estuvieron
involucrados en al menos 352 muertes. Un informe similar con análisis
entre 2017 y 2019, revelaba que se habrían presentado 289 muertes
a cargo de la Policía, por fuera del contexto de la protesta social.
Los llamados al Gobierno siguen siendo los mismos, Reforma a la
Policía Nacional y el desmonte total del ESMAD, esto como parte de
cambios profundos y no cosméticos como los hasta ahora ocurridos.
En este contexto de crímenes cometidos por uno de los aparatos
del Estado, se debe poner a las víctimas como protagonista de los
cambios. Quitar muchas funciones que la Policía hoy tiene o las
asume, sacarla del aparato de defensa y cambiar la doctrina con la
que se forman sus agentes.

Asesinados esta semana

El 18 de febrero de 2024, en el Resguardo Indígena de Ricaurte
ubicado en el municipio de Páez, Cauca, perpetraron una masacre
que dejó tres víctimas fatales.

Jackson Romaña Cuesta, era líder voluntario del Comité de Defensa
Civil del Chocó e impulsor del deporte en la región; fue asesinado el
20 de febrero de 2024 en Quibdó, Chocó.

José Antonio Lozano Puentes, pertenecía a la Junta Directiva de
Medianos y Pequeños Agricultores ‘El Barranquero’ en la vereda La
Quisquina del municipio de Palmira; fue asesinado el 22 de febrero
de 2024 en Palmira, Valle del Cauca.