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Damaris Izaguirre

La instauración del Gobierno progresista exacerbó la
lucha de clases y obligó al viejo régimen a reacomodarse,
por esto con guerra mediática persigue restarle apoyo
popular al Gobierno y desde el legislativo se atraviesa a
las transformaciones.
Damaris Izaguirre.

L a marcada desigualdad social aunada a un Estado que
históricamente ha sido clasista para favorecer a un reducido
grupo, gestó un ambiente de rechazo que dio lugar al Estallido
Social de 2021, que desembocó en la instauración de un Gobierno
progresista, quien desde la campaña electoral se comprometió con
romper con el régimen y llevar a cabo transformaciones estructurales.

Contrario a lo prometido en campaña el Gobierno del Cambio ha
incluido dentro de su administración a los politiqueros de siempre,
lo que ha frenado los cambios prometidos y dado lugar a que la
corrupción que prometió combatir, crezca, genere fisuras y reste
aceptación popular. Al tiempo, desde el legislativo el viejo régimen
a través de sus alfiles impide las reformas propuestas, donde las
Entidades Promotoras de Salud (EPS), han sido el ‘ojo del huracán’
con el que el régimen genera caos, a lo que se suman sus grandes
medios de comunicación para adoctrinar conciencias.

La intervención de EPS’s reconocidas como Sanitas y las fallas
en las transición del servicio de salud de los maestros, han sido
instrumentalizadas por los medios de comunicación, además
las recientes solicitudes de “retiro voluntario” de las EPS’s Sura y
Bolívar no son fortuitas, por el contrario son acciones calculadas e
intencionadas, que buscan desestabilizar el ya maltrecho y caótico
sistema de salud buscando su colapso, para luego capitalizar este
caos y lograr no solo que se sostenga el negocio privado de las EPS,
sino la desestabilización del Gobierno progresista, causándole un
estado de ingobernabilidad que le permita al régimen recomponerse
y retomar nuevamente un Gobierno que sostenga el statu quo y los
beneficios de los grandes emporios.

Como sociedad no podemos caer en los ‘cantos de sirena’ de los
medios de comunicación -propiedad del régimen-, no podemos
olvidar que el nefasto sistema de salud y otros males son directa
responsabilidad del régimen y que a este no le interesa el bienestar
popular, ‘solo el pueblo salva el pueblo’ y en esta medida la
lucha popular debe sostenerse y continuar sus gestas por las
transformaciones estructurales que el país necesita.