Sergio Torres

El expolicía y exgobernador de Santander, Hugo Aguilar, fue
escuchado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP),
donde confesó la amplia carrera criminal desarrollada
bajo la tutela de Estados Unidos, al interior mismo de la
Policía Nacional, relacionada con los narcoparamilitares
y sus expresiones políticas.

Aguilar fue escuchado el pasado martes 23 de enero en una
audiencia ante la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas
de la JEP; allí hizo una amplia descripción de lo que ha sido su
carrera criminal al interior del Estado colombiano, iniciando
en la Policía desde donde inició sus vínculos con el paramilitarismo,
primero con los hermanos Castaño y después con las Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC), con las que hizo alianza para ser
Gobernador y construir su propio Clan mafioso en el departamento
de Santander.

Los Pepes y el Bloque de Búsqueda

Graduado de la Escuela de Cadetes General Santander y después de
alcanzar el grado de Mayor, Hugo Aguilar fue nombrado comandante
del Bloque de Búsqueda, fuerza con la que se hizo famoso no solo
por la foto de diciembre de1993, en la que posaba y exhibía a Pablo
Escobar muerto sobre un techo en Medellín; esto le generó un amplio
reconocimiento y el ascenso a teniente coronel de la Policía; así
como, el cobro de la recompensa ofrecida por la cabeza de Escobar,
con la que hoy trata de justificar su fortuna.

Hoy el propio Aguilar confirma los estrechos vínculos del Bloque de
Búsqueda y la Policía con el llamado grupo de los Pepes, creado por
EEUU, el presidente Gaviria (1990-1994) y los carteles de la cocaína
de Cali y Medellín.

Tras el asesinato de Escobar, Hugo Aguilar fue premiado con
entrenamientos en la Escuela de las Américas en EEUU donde estudió
el Comando de Estado Mayor. Aunque a mediados de la década del
90 y tras sus estrechos vínculos con el narcoparamilitarismo, fue
retirado de la Policía. Para iniciar una nueva fase en su carrera.

La ‘gente de bien’ de Santander

La trayectoria de Aguilar marca claramente lo que son las instituciones
en Colombia y el nivel de relación que tienen con el narcotráfico y
el paramilitarismo. Pues las buenas relaciones establecidas con
los paramilitares mientras estaba en la Policía, fueron llevadas al

escenario político – electoral, para el cual ya el narco-paramilitarismo
tenía instrumentos como el partido Convergencia Ciudadana. Fue
así que en el año 2000, el exsabueso de la Policía, se vuelve diputado
y salta a la Asamblea Departamental de Santander. Tres años más
tarde, con el apoyo de dos bandas de narcoparamilitares se convirtió
en Gobernador de ese departamento.

En las recientes declaraciones hechas ante la JEP, dijo: “en la campaña
a la gobernación ya entra el apoyo que me dan las Autodefensas,
en especial en lo que era el permiso para poder hacer proselitismo,
ellos le decían a la gente que debían votar por el coronel Aguilar”.
Señaló además los múltiples planes y articulaciones que desde la
gobernación hizo con los paramilitares: “Otro de los compromisos
que se realizaron con los paramilitares fue el nombramiento de Bonel
Patiño a quien nombré secretario de educación debido a la amistad
que él tenía con Ernesto Báez, amistad que inició cuando Báez aún
no era paramilitar… Yo también conocía a este señor Patiño con
anterioridad, era también amigo mío porque yo había sido el oficial
de enlace cuando yo trabajaba en la Escuela de Carabineros Alejando
Gutiérrez de Manizales, y él era jefe de educación superior”.

El Clan Aguilar

Esta ejemplar vida criminal, no podía pasar sin haber tenido algún
espaldarazo presidencial, cunado Uribe Vélez (2002-2010) lo nombró
Coronel de la Policía en reconocimiento por su meritoria labor.
Durante esta década dedicada a la política regional, Aguilar construyó
su propio Clan articulado a los partidos del narcoparamilitarismo:
Convergencia Ciudadana, PIN, Cambio Radical. Sus hijos han
continuado con la saga de corrupción en el departamento de
Santander, Nerthink Mauricio Aguilar y Richard Aguilar gobernador
de Santander han sido senadores y gobernadores.

Esta tenebrosa historia del coronel Aguilar es una prueba más de
cómo las instituciones en Colombia han estado en directo vínculo
con el paramilitarismo y el narcotráfico. Por la propia boca de uno de
los peces gordos de la región de Santander, quedan demostrados
una vez más estos vínculos. Es por ello, que el viejo régimen se niega
y hace todo lo posible por impedir los cambios. Y es por ello mismo,
que dichos cambios deben ser profundos y estructurales.