Damaris Izaguirre

Las malas políticas económicas implantadas por Duque
y el excesivo favorecimiento a los grandes empresarios,
llevo a que en 2021 de manera espontánea y motivados por
la asfixia económica miles de colombianos se tomaran la
calles durante más de dos meses para exigir cambios y
transformaciones sociales.

El hambre, la desigualdad, la injusticia social, la mala gobernanza,
entre otros factores que han sido una constante durante sucesivos
Gobiernos, gestaron un ambiente efervescente que encontró
como detonante la inminente puesta en marcha de una reforma
tributaria -primer periodo de 2021- regresiva que asfixiaba el bolsillo
de ‘los nadie’, mientras liberaba de responsabilidades económicas a los
grandes millonarios y acaudalados del país; esto generó una movilización
espontánea y masiva, aparentemente carecía de organización al no
poseer el esquema clásico de liderazgos caudillistas; por el contrario,
se trataba de liderazgos colectivos que estaban motivados por la
determinación de iniciar una gesta que lograra las transformaciones.

Varios meses de lucha de calle donde pese sangrienta y violenta
represión que ejerció el Estado contra los miles de manifestantes, nos
sostuvimos erguidos y en pie de lucha, se podría catalogar como un
proceso de insurrección popular, que se fue apagando con los cantos de
sirena en que se convirtieron las expectativas que alimentó el “Gobierno
del Cambio” para posteriormente instrumentalizar y transformarlo en
caudal electoral.

El estallido social de 2021 dejo más de 80 Crímenes de Estado cometidos
principalmente por el ESMAD, la Policía y otros en colusión con los
paramilitares, también dejo decenas de jóvenes con lesiones oculares
graves permanentes y centenares de presos políticos; además el 28A se
convirtió en el pilar angular que hizo posible un Gobierno progresista,
que se autodenomina “Gobierno del Cambio”, denominación que nos
es consecuente con un Gobierno endeble que en muchos aspectos se
ha dedicado a vender humo; por lo tanto sigue y seguirá en deuda con
los anhélelos de cambio y transformación social que estallido social
marco como hoja de ruta, para cualquier Gobierno que asumiera sus
banderas como lema de campaña.

Las causas y realidades sociales que motivaron el levantamiento
armado de la década del 60 del siglo pasado y el estallido social de la
década del 20 de este siglo, siguen existiendo y por lo tanto la lucha
popular por los cambios y transformaciones más que ser vigente, es
un derecho y un deber de ‘los nadie’, porque no podemos olvidar la
máxima popular que dice: ¡solo el pueblo, salva el pueblo!

estructurales.